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lunes, 14 de marzo de 2011

Los doce trabajos de Heracles y otras hazañas (1ª parte)

Heracles realizó una serie de 12 aventuras y otras hazañas:


1- Heracles y el León de Nemea

El primer trabajo que Euristeo le encomendó fue que trajera la piel del León de Nemea. Heracles salió en su búsqueda muy bien armado. Cuando encontró al León, le disparó todas sus flechas, pero la piel era tan gruesa que no logró atravesarlo.

Entonces recurrió a su enorme maza y le pegó con ella en la cabeza mientras profería toda clase de gritos.

El León, confundido, se metió en su cueva. Esta cueva, cavada en la montaña tenía dos entradas. Heracles, juntó muchas rocas y las amontonó sobre una de las entradas hasta taparla totalmente y luego entró a la cueva armado de una flecha de acero afilada y su potente maza.

Cuando el león lo vio, abrió su enorme boca, mostrando sus afilados dientes, con las crines de su espalda de punta, entonces, se abalanzó descargando la maza sobre la cabeza del león dejándolo mal herido pero todavía vivo. Luego se trenzó en una lucha cuerpo a cuerpo. Con sus potentes brazos, lo apretó hasta asfixiarlo por completo.
Una vez muerto el león, le arrancó la piel y se la colocó sobre sus hombros como si fuera una coraza y volvió ante la presencia de Euristeo.



2- Heracles y la Hidra de Lerna

Esta vez Euristeo le pidió a Heracles que matase la Hidra de Lerna. Para lograr esta difícil tarea, Heracles le pidió ayuda a su fiel compañero Yolao. Cuando llegaron a la laguna de Lerna, Heracles disparo sus flechas para obligarla a salir del agua. Cuando la temible Hidra finalmente apareció, Herácles le aplastó la cabeza con su maza. Pero de cada gota caída de la sangre de la hidra, renacían dos nuevas cabezas de pequeñas hidras que crecían a gran velocidad. Como la lucha era feroz y se volvía interminable por la rápida reproducción de las hidras, le pidió a Yolao:-¡Pronto, Ayúdame! Arma una Tea con la rama de un árbol de ese bosque y quema las cabezas de hidra apenas nacen. Yolao, hizo lo que Heracles le dijo y así fue quemando las cabezas una por una, impidiendo que se desarrollaran. Cuando a la hidra le quedó solo una cabeza, Heracles la cercenó y luego la cortó en muchos pedazos que luego enterró. Heracles, antes de retirarse, sumergió sus flechas en la sangre ponzoñosa de la hidra. Ahora contaba con flechas envenenadas.


3- Heracles y la Cierva de Cerineo

Apenas terminó con la hidra, el rey Euristeo lo mandó a traer viva a la cierva del monte Cerineo, que estaba consagrada a la diosa Artemisa.
Esta cierva, tenía cuernos de oro y patas de bronce. Nadie logró alcanzarla ya que nunca se cansaba de correr.
Heracles estuvo to
do un año persiguiéndola, hasta que un día la siguió hasta un río. Como estaba muy crecido, la cierva no se animó a cruzarlo. Entonces, Heracles la tomó por sorpresa, la agarró por los cuernos, le ató las patas, la cargó sobre sus hombros y la llevó sana y salva ante Euristeo.


4- Heracles y el Jabalí de Erimanto

Euristeo le ordenó que fuera en busca del jabalí de Erimanto y lo trajera vivo.

Heracles partió a buscarlo con sus armas habituales.
Lo más difícil era encontrarlo, ya que la temible bestia se escondía muy bien, y solo salía de su escondite para sembrar el pánico entre los habitantes de Arcadia.
Heracles revisó uno por uno cada arbusto y revolvió las malezas hasta que lo encontró. El jabalí huyó y Heracles fue tras él atravesando valles y montañas sin descansar.
Heracles vió un desfiladero sin salida y logró que el jabalí, ya agotado se internase para reposar . Heracles aprovechó ese momento para capturarlo, le sujetó las fauces de afilados colmillos, le ató las patas y lo cargó sobre su ancha espalda para depositarlo a los pies de Euristeo.



5- Heracles y los Pájaros de Estinfalo

Euristeo le ordeno luego a Heracles que exterminara los pájaros del pantano de Estinfalo.
Estos Pájaros tenían el pico y las patas de bronces y sus plumas exteriores e
ran como dardos de acero. Destrozaban todas las cosechas y comían carne de humanos y rebaños. Eran el terror de la región.
Cuando Heracles intentó cazarlos lanzando sus afiladas flechas, estas rebotaban en las plumas de acero exteriores que hacían las veces de una armadura. Solo eran vulner
ables en su parte interna, o sea en su pecho.
Heracles no podía atravesar el pantano nadando porque estaba lleno de barro y tampoco podía caminar sobre él porque se hundía en el barro por su propio peso.
La diosa Atenea, viendo su desesperación y con la intención de ayudarlo le entregó un címbalo, luego le dijo: -¡Sacúdelo!
Heracles entonces, sacudió el címbalo y los pájaros se echaron a volar, descubriendo el pecho vulnerable.
Allí Heracles que era un magnífico arquero, disparo sus flechas y los exterminó a todos.


6- Heracles y el Toro de Creta

Euristeo, rapidamente le encomendó otro trabajo a nuestro héroe, Heracles.
Esta vez le pidió que acorralara, capturara y trajera a Mecenas al temible Toro de Creta. Una empresa nada fácil.
Heracles se embarcó rumbo a la isla de Creta.
Una vez allí, buscó al toro hasta encontrarlo. Luego lo persiguió hasta introducirlo en un bosque.
Heracles trepó a un árbol y espero que el toro pasara y se arrojó sobre el lomo d
el animal. Después de una fuerte lucha cuerpo a cuerpo, logró colocarle un anillo en la nariz y arrastralo a traves del agua hasta depositarlo frente a Euristeo.

2 comentarios:

  1. me gusta mucho esta pagina me alludo a encontrar algo que me gusta la historia=) gracias

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  2. a mi tambien me gusta muchiiiiisimo

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