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jueves, 10 de marzo de 2011

HELENA EN LA ILÍADA, EN SUS HECHOS POSTERIORES Y EN LA ODISEA

Helena en la Ilíada
Helena es un personaje importante de la Ilíada. Es estimada y respetada por el rey
Príamo y por Héctor, mientras los habitantes de Troya reconocen su belleza divina pero le atribuyen la causa de los males que padece su ciudad.
Presenta los principales caudillos aqueos desde la torre de la ciudad a su suegro, Príamo. Desde allí presencia el duelo singular entre su anterior esposo, Menelao, y el príncipe Paris.
Discute con Afrodita cuando ésta la incita a que vaya junto a Paris una vez que ha concluido el duelo pero luego, por miedo a las amenazas de la diosa, cede.
En la parte final de la Ilíada, Helena se lamenta por la muerte de su cuñado Héctor y señala que lleva ya veinte años en Troya.

Helena en los hechos posteriores a los narrados en la Ilíada
Menelao está a punto de matar a Helena pero, admirado por su belleza, suelta su espada. Afrodita y
Eros observan la escena. Crátera ática de figuras rojas. 450-440 a. C. Museo del Louvre, París.
Córito era un hijo que Paris había tenido con su anterior esposa, la ninfa Enone. Se enamoró de Helena y se decía que era un amor correspondido. Cuando Paris los descubrió, mató a Córito. Algunos mitógrafos, en cambio, señalaban que Córito era uno de los hijos de Helena y Paris. En el transcurso de la guerra, Paris murió y Helena fue obligada a contraer un nuevo matrimonio con Deífobo, otro de los hijos de Príamo. Por esta causa, Héleno, también hijo de Príamo, que estaba enamorado de Helena, abandonó Troya.
Helena reconoció a
Odiseo cuando éste penetró en Troya como espía disfrazado de mendigo, pero no lo denunció.
Los aqueos, para entrar en Troya, construyeron un
caballo de madera y un puñado de guerreros destacados se escondieron en su interior. Los troyanos, ignorantes del contenido del caballo, lo introdujeron en su ciudad. Antes de que los guerreros salieran del caballo, la astuta Helena, conocedora del plan de los aqueos, dio varias vueltas a su alrededor acompañada de Deífobo, imitando las voces de las esposas de los guerreros griegos. Los aqueos estuvieron a punto de responder desde dentro del caballo y delatarse.
En algunas versiones, Helena fue la que agitó una antorcha desde su habitación durante la noche, que era la señal esperada por los aqueos de que las puertas de Troya iban a ser abiertas por los hombres que habían salido del caballo.
La guerra terminó con el triunfo de la coalición aquea. Menelao mató a Deífobo y a punto estuvo también de matar a Helena, pero quedó deslumbrado y enamorado de nuevo por su belleza y la perdonó. Algunos decían que fue la propia Helena la que mató a Deífobo y que Menelao perdonó a Helena cuando vio sus pechos desnudos. Tras un viaje de retorno accidentado en el que tuvieron que pasar una larga temporada en Egipto, ambos regresaron a Esparta. En el
Ática existe una isla que se la llamaba isla de Helena porque se creía que en ella desembarcó Helena en su retorno a la Hélade. Tras este retorno, Helena y Menelao fueron padres de Nicóstrato, según algunos autores.

Helena en la Odisea
Helena aparece como personaje en la Odisea de Homero, principalmente en el canto IV. En el viaje realizado en busca de noticias de su padre Odiseo,
Telémaco llega a Esparta, donde se entrevista con Menelao, que se encuentra acompañado de Helena, una vez que ambos han vuelto a reinar a Esparta. Alcandra, por su parte, ofreció a la bella Helena un huso de oro y un cestito de plata, con los bordes de oro.
Homero afirma categóricamente que Helena tuvo como única descendiente a su hija Hermíone.
Helena ejerce de anfitriona junto con su esposo y recuerda algunos de los sucesos ocurridos en la guerra de Troya.

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