Zeus hizo que éste arcón llegara hasta orillas de un isla donde fueron rescatados y su gobernador, les ofreció refugio.
La promesa de Medusa:
Allí Perseo creció fuerte y valiente. Tras las insinuaciones del rey hacia Dánae, Perseo acepto un desafío: traerle la cabeza de la Medusa Gorgona, que podía convertir a los hombres en piedra sólo con su mirada. Para semejante tarea, Perseo obtuvo la ayuda de los dioses, que le hicieron varios regalos para facilitarle el trabajo. Gracias a la espada y el espejo que le ofreció Atenea, pudo cortar la cabeza de la Medusa.
Cuando volvió, le mostró la cabeza al rey y huyeron. Tras todo esto , les devolvió todos los utensilios mágicos a los dioses y a Atenea le regalo la cabeza de la Medusa, que desde entonces lleva incorporada en su escudo.
Después de todo, decidió volver a su ciudad natal, Argos, pero huyo a otra muy cercana. Estando allí le ofrecieron participar en los juegos que se estaban celebrando, concretamente en el de lanzamiento de disco. Este aceptó y con un lanzamiento, mató a Acrisio, su abuelo.
Desde entonces rechazó el trono, a pesar de ser el heredero legítimo.
Sin duda Perseo es el héroe que vela por el bienestar de los buenos, castiga a los malos y honra a los dioses; un héroe valeroso, audaz, sensible y humilde que fue un modelo a seguir durante siglos.
Perseo lucha contra el monstruo y lo mata. En un descuido deja caer las alforjas con la cabeza de Medusa y una gran extensión de mar queda petrificada.
Se casa con Andrómeda. pero la chica ya tenía otro pretendiente al que no hace ni pizca de gracia que su novia se empareje con otro. Perseo no tiene más remedio que convertirle, a él y a los que le acompañan, en piedra.
Luego regresa a Serifos. Allí, Dictis y Dánae se han refugiado en un templo huyendo del acoso de Polidectes. El rey está tan ufano en su palacio pensando que se ha librado de Perseo.
Perseo se presenta ante y ante todo su corte que se burla de él, mira hacia otro lado y saca la cabeza de Medusa. Todos quedan petrificados con una expresión de incredulidad en sus rostros, en especial Polidectes.